Nuestro país no se caracteriza por tener políticas verdes, pero hay iniciativas ciudadanas que piden a gritos tomar conciencia. Revisamos ideas frescas y útiles para cuidar el Medio Ambiente, y hablamos con sus gestores. Santiago está en el puesto 90 (entre 221) del ranking de las ciudades para vivir mejor según el estudio de la consultora Mercer, lo que no habla nada de bien de nuestra capital. Es más: en Sudamérica, Santiago ocupa el octavo lugar entre las 10 capitales del continente superando sólo a Quito y Caracas, algo que habla muy mal de la principal ciudad de nuestro país y ventana al extranjero.
Pero hay ciertas iniciativas que pretenden cambiar esta realidad. Son geniales ideas para cuidar el Medio Ambiente hechas por gente común y corriente, pero que asumieron el problema y propusieron soluciones concretas.
Hace unos años Martín Andrade creó la Fundación Mi Parque. Su apuesta es generar distintas instancias de participación con la comunidad para que la gente sienta las áreas verdes como propias y las pueda enriquecer con su uso diario. Este proyecto funciona a lo largo de todo el país, especialmente en zonas de bajos recursos. El 2009 plantaron mil 500 árboles, lo que corresponde a 17 mil metros cuadrados de parque que incluyen juegos, banquetas, y por supuesto muchos árboles y plantas.
En lo que va de este año han plantado más de 10 mil metros cuadrados de áreas verdes. “Lo bueno es que las empresas han entendido la importancia de que existan este tipo de espacios, lo que ha hecho que el aporte monetario del mundo privado haya crecido de manera impresionante este último tiempo”, cuenta Andrade, quien se ha codeado con las autoridades gracias a su idea.
Carolina Arias es periodista y diseñadora y también quiere colaborar con el Medio Ambiente con lo que ella sabe hacer. Desde Valparaíso confecciona ropa con materiales y telas recicladas como sacos de verduras o arpilleras y algunas tienen detalles muy originales como intervenciones en grafiti. “Romance” se llama la colección de diseño sustentable otoño-invierno 2010 que creó para la tienda Bazar la Pasión, en donde ofrece sus famosos abrigos desde 80 mil pesos. “El tema del reciclaje para mí es tan importante que me organicé con las personas que siempre revolvían mi basurero para sacar resortes o maderas que yo había botado; ahora les hago una bolsa a cada uno con los desechos de mi taller que a ellos le interesan”, explica Carolina.
Existen ideas prácticas para salir del paso en el día a día y aprovechar de cuidar el Medio Ambiente. Para los que tienen auto o, para los que quieren conseguir una ida al trabajo o la universidad más ecológica, está el sistema de Carpooling. Esto se trata de compartir el auto entre gente que realiza trayectos comunes o que coinciden en ciertos puntos para ir a sus destinos. En Chile existe la página web A Dedo donde hay que inscribirse, especificar la ruta y las condiciones para llevar a más personas. El mismo sistema se pone contacto con los que ofrecen auto, o requieren transporte. A la fecha, y según los dueños de la idea, son cerca de 3 mil los santiaguinos que utilizan este método para trasladarse, de los cuales 700 ofrecen viajes.
Otra iniciativa para el transporte público es para quienes se mueven en taxi: Taxigo. Utilizan autos híbridos (el modelo Toyota Prius) que contaminan la mitad que un auto normal y además miden su huella de carbono; luego y según la cantidad emitida la empresa se encarga de comprar bonos de carbono en el mercado internacional y así neutraliza lo producido por su flota. Esta compañía verde es la primera en Chile en ocupar este tipo de autos.
Con la tecnología también puedes ayudar al entorno. En Chile se desechan 3 millones de celulares y 500 mil computadores al año, y ambos aparatos contienen altas cantidades de e-waste (desechos electrónicos). Recycla es la primera empresa en nuestro país que se hace cargo de este tema. Este proyecto pretende acortar la brecha digital que hay en Chile e intenta readecuar la tecnología que ha sido dada de baja para que sean utilizada por personas de bajos recursos. El resto de las partes, como plásticos o vidrios, son enviadas a fábricas que los puedan ocupar en sus productos.
Fuente: 13.cl
