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BUCALEMU GUIAS Y SCOUTS ¡EN VERANO! TODOS LOS SÁBADOS, 15.30 HRS. INSTITUTO DE INGLES, STA FÉ 671, CURICÓ. BUCALEMU...¡ACTITUD SCOUT!


Juan Pablo II a los Scouts

Me dirijo a vosotros, queridos jefes y responsables, guías y scouts, para recordaros que la primera meta hacia la que hay que encaminarse es la nueva evangelización. Con vuestro estilo inconfundible y vuestro método educativo específico, anunciad por los caminos del mundo la verdad del Evangelio, mediante vuestra adhesión fiel a Cristo y a su eterno mensaje de salvación. Para este fin, es preciso saber conjugar la amistad con él y la fidelidad a su palabra con el esfuerzo por comprender las situaciones reales en que se encuentra la juventud de hoy. 
De este modo, vuestra familia asociativa encuentra otra  meta  que  es  necesario alcanzar: se trata del así llamado «desafío educativo», expresión familiar para vosotros. También desde este punto de vista, el método scout muestra su peculiar genialidad y su actualidad, 
porque hoy está aumentando progresivamente la complejidad de los procesos educativos y de los itinerarios de formación en la fe y en la vida. Requieren por parte 
de los educadores una preparación cada vez más calificada y adecuada. En 
particular, es indispensable saber escuchar y hacer participar a la persona que está 
creciendo, invitándola a aceptar una propuesta clara y fuerte, capaz de interpelar su 
libertad y su conciencia crítica. 
Amadísimos jefes educadores y asistentes eclesiásticos, no tengáis miedo de proponer 
a los jóvenes grandes ideales, puesto que el escultismo es gimnasio para el 
entrenamiento en las virtudes difíciles. Ante los ojos de los muchachos y muchachas 
con que tengáis contacto, poned la figura de Cristo: su heroísmo y su santidad. Y 
vosotros, en calidad de jefes y responsables, jamás dejéis de ser ejemplo, apoyo y 
valioso estímulo. 
Otro objetivo por lograr es un mundo más humano, justo y sereno, en cuya 
construcción hay que trabajar juntamente con todas las fuerzas sanas de la sociedad. 
Este desafío sólo pueden afrontarlo adecuadamente hombres y mujeres conscientes y 
libres, iluminados por el Evangelio y formados en la participación activa y la 
colaboración responsable en el campo civil. En este ámbito, se presenta hoy con 
dramática actualidad la necesidad de educar a la juventud para la paz. Al respecto, 
sé que los guías y los scouts católicos trabajan con gran sensibilidad y realizan una 
acción  asidua  e  influyente  en  favor  de  la  «cultura  de  la  paz»  y  de  la  «civilización  del 
amor». 
 Éstas son las tres metas que hay que conseguir: la evangelización, el desafío 
educativo y la construcción de un mundo de paz.  
Vaticano, Juan Pablo II a los dirigentes de la Agesci, 23 de abril de 1999